Thursday, May 1, 2014

Amandonos a solas

A veces creo que me amas,
que en tu corazón habita
el deseo de jugar a que nos amamos,
de imaginar “qué habría pasado si…”,
de susurrar “¿y si lo intentamos?”

A veces deseo que ocurra.
A veces siento que te amo,
y me cuesta estar a tu lado
sin que mi corazón sueñe
con sentirte mía.

A veces siento que te extraño
como se extraña a los seres amados,
como un marinero podría añorar el océano:
con un poco de amargura,
con dolor y con deseo.

Y me pregunto…
¿habrá habido alguna señal que no supe ver?,
¿existió de verdad un “nosotros” posible?,
¿o solo fueron sueños y sentimientos mal doblados?

Duele saber
que siempre hay una razón
para inventar una excusa.

A veces te siento tan cerca,
tan mía,
que creo tener derecho
a robarte un beso.

Tus ojos me llaman,
y tus silencios me hablan.
Siento que tu corazón lo pide
con cada latido callado.

A veces, esa sonrisa nerviosa
que no distingue al teléfono
me confiesa más de lo que dices.
Y hasta esa evasiva impersonal,
que traza límites y fronteras,
me hace sentir ajeno,
incómodo…
distante.

A veces prefiero huir,
por miedo a descubrir que te amo,
por miedo a que sea cierto…
que tú también me amas.

Es mejor no alcanzar ciertas cimas,
antes que vernos esclavos
de nuestros propios corazones,
aunque eso nos impida
que la felicidad toque nuestras puertas
el mismo día.

No comments:

Post a Comment